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Hacia una democratización de la enseñanza en cirugía robótica

Los avances tecnológicos y el impacto en la sociedad médica, obligan a pensar la cirugía robótica como el futuro de la cirugía. La utilización de cirugía robótica tiene como objetivo otorgarle al cirujano herramientas para afrontar procedimientos complejos con mayor destreza quirúrgica.


¿Cuál es el impacto de la cirugía robótica en urología?


En la actualidad, cualquier cirugía laparoscópica puede ejecutarse con tecnología robótica, en especial procedimientos de difícil acceso.


En el campo de la urología, diversas investigaciones indican un impacto positivo de la cirugía robótica en la reducción de tiempo quirúrgico y complicaciones intra y postoperatorias en nefrectomías parciales y radicales, de donante vivo, pieloplastias, cirugía de litiasis, etc.


¿Laparoscopía o cirugía robótica?


En comparación con la laparoscopía, la cirugía robótica es la técnica que tiende a elegirse para realizar procedimientos rigurosos que exigen mayor precisión como la prostatectomía radical. Sobre esto, el Dr. Juan Morote Robles, al poner en contraste el vínculo costo/beneficio, opina que por ejemplo en pacientes jóvenes es más recomendable optar por cirugías robóticas, "Los resultados funcionales con el robot son claramente superiores a los obtenidos con laparoscopia convencional".

Ante esto, nos preguntamos entonces ¿la laparoscopia podría ser completamente reemplazada por la cirugía robótica? Aquí resulta interesante analizar lo que plantea el Dr. Alexander Kutikov, urólogo del Fox Chase Center, que afirma que: "En las manos entrenadas, la cirugía laparoscópica y robótica serían equivalentes; de todos modos, la cirugía robótica tiene una curva más pequeña de aprendizaje y, por lo tanto, reduce las barreras de acceso a la cirugía mínimamente invasiva para extirpar los nefrones".


Frente a las ventajas que presenta la cirugía robótica tales como visión tridimensional, mayor precisión y velocidad de los movimientos, reducción de tiempo de hospitalización y recuperación del paciente, se identifican algunos elementos negativos de dicha técnica; menor sensación táctil del tejido, mayor tiempo quirúrgico. Y, a su vez, un problema no menor es la falta de recursos económicos en muchas regiones o centros de salud, que resulta ser una de las principales barreras para la adquisición y manutención de tecnología robótica.


En conclusión, la cirugía robótica resulta ser muy prometedora y tiene grandes ventajas frente a la cirugía laparoscópica, pero esta última no será rápidamente reemplazada, ya que para determinados casos resulta también muy beneficiosa y con menores costos.


¿Qué rol tiene la simulación en el aprendizaje de la cirugía robótica?


La tradicional técnica de observación para emular procedimientos quirúrgicos reales se torna una práctica en desuso al comenzar a gestarse una cultura que prioriza la seguridad del paciente y obliga a los cirujanos a explorar nuevos métodos de aprendizaje.


En el campo de la medicina, tal como indica Jakimowickz (2011), la simulación brinda la oportunidad de acelerar la curva de aprendizaje al practicar repetidamente en un entorno controlado y sin ocasionar daño a pacientes, las destrezas psicomotoras necesarias para perfeccionar las habilidades quirúrgicas del cirujano.


¡Aquí puedes ver un ejemplo de cómo se puede entrenar nefrectomías parciales con robots!


Si bien la utilización de realidad virtual es una alternativa para el aprendizaje, la falta de realismo en la representación de órganos y los diversos escenarios de complejidad, así como la incapacidad de percibir un objeto tangible, derivan en la búsqueda de alternativas. Es entonces cuando los fantomas siliconados hiper-realistas cobran mayor relevancia ya que emulan a la perfección la composición, textura y tejidos de órganos.


De acuerdo a un estudio publicado en el Journal of Endourology (2015), dedicar 10 horas de capacitación a residentes junior y senior, permite alcanzar un nivel aceptable de competencia quirúrgica en habilidades básicas y avanzadas de cirugía robótica.


 

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Referencias:

Valero, R., Ko, Y.H., Chauhan, S., Schatloff, O., Sivaraman, A., Coelho, R.F., Ortega, F., Palmer, K.J., Sánchez-Salas, R., Davila, H., Cathelineau, X., & Patel, V.R.. (2011). Cirugía robótica: Historia e impacto en la enseñanza. Actas Urológicas Españolas, 35(9), 540-545. https://dx.doi.org/10.4321/S0210-48062011000900006

Pereira Fraga, J. (2017). Actualidad de la cirugía robótica. Revista Cubana de Cirugía, 56(1). Recuperado de http://www.revcirugia.sld.cu/index.php/cir/article/view/489/237

Jakimowickz J, Jakimowickz C. (2011) Simulación en cirugía, ¿dónde estamos y a dónde llegaremos? Cir Cir; 79: 44-49.

Scott Wiener, Peter Haddock, Steven Shichman y Ryan Dorin (2015) Construcción de un plan de estudios de capacitación en cirugía robótica urológica: ¿cuántas sesiones de simulador se requieren para que los residentes logren la competencia?. Revista de Endourología 29 : 11 , 1289-1293

Hospital San Rafael (2015) “Los resultados funcionales con el da Vinci son claramente superiores a los obtenidos con laparoscopia convencional". Recuperado de: https://cirugiaroboticasanrafael.com/los-resultados-funcionales-con-el-da-vinci-son-claramente-superiores-a-los-obtenidos-con-laparoscopia-convencional/

Barones, James E. (2012) Comparan nefrectomía parcial laparoscópica versus robótica. Journal of Urology. Recuperado de: https://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoid=76124


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